jueves, 12 de marzo de 2009

palabra

Jirafas encendidas

Salvador Dalí (1941)



Algunos de vosotros sabéis que estoy atravesando una etapa de mi vida que me lleva a tomar decisiones que afectarán a mi situación personal y laboral. Éstas decisiones me obligan a dedicar mucho tiempo a meditar sobre ellas. A intentar tomarlas con la tranquilidad y paciencia que merecen.

Es pesado y lento.
La familia está espectante y vigilante de todo aquello que me pasa.

Algunos de mis amigos se desesperan: tardo mucho en tomar las decisiones.

Otros quisieran empujarme para que hiciera tal o cual cosa.

La mayoría se limitan a esperar conmigo.



Todos me sostienen. Sin ellos ésto sería imposible de sufrir. Están ahí. Siempre están.

Tengo la firme convicción de que el futuro será mucho más interesante.

Pero necesito un tiempo de, como decía al principio, meditar. Sin prisas, teniendo todas las claves, o todas la claves posibles, para estar segura del orden de todos los pasos que he de dar. Estar convencida de que la decisión que tomaré será la mejor para mi supone un esfuerzo intelectual fuerte que en ocasiones me agota. Ocupa mucho tiempo. Pero estoy convencida de que solo la paciencia y la inteligencia harán que pueda salir de este delirio psicótico en el que me he visto envuelta.

Es difícil de creer, pero, creedme, lo es.



Es por eso, que ando "escasa" por este mundo. Y aunque os echo de menos, solo de vez en vez, cuando salgo de ese estado meditabundo del que me dejo invadir, consigo visitaros -no con la frecuencia que me agradaría hacerlo- y deleitarme en lo que veo, leo o escucho -a veces, las tres cosas a la vez- y puedo, de poder, comentaros.




Perdonadme el silencio. No es el mejor momento para las palabras.



Sin embargo, pronto lo será...


palabra.



8 comentarios:

mia dijo...

Amiga,saldrás del letargo,

y si en él te crecen

maravillas como las que

nos ofreces,

reposa, no te inquietes

que las mariposas salen

después de abril....

besos

© José A. Socorro-Noray dijo...

A veces, un silencio
es más fructífero
que mil palabras.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Puedes tomarte todo el silencio que precises. Yo no sabía nada; aunque intuía que algo te pasaba.

Sabes que estamos aquí.

Un fuerte abrazo, amiga.
Codorníu

ybris dijo...

Tu vida es lo importante.
Desde este lado quedan mi espera y mi apoyo.
También mis mejores deseos para ti.

Besos y mucha suerte.

esperanza dijo...

No hay silencio que perdonar : el silencio también es música.
Y mejor calidad, que cantidad; y que los dedos sientan sobre el teclado.

Cuídate!!

Isabel Martín dijo...

¿soy una de las desesperadas?, jeje.
bueno, realmente me preocupo porque ya es demasiado tiempo, y yo y tod@s padecemos por ti (aunque disimulemos).
eres muy fuerte, nos tienes sorprendidos. cualquiera hubiera acabado cediendo, pero tú aguantas todo lo que te echan encima. este aguante tendrá su recompensa y al final todo saldrá bien. y sea cual sea el resultado piensa que ya eres una ganadora.

bueno, silva si me necesitas.

un besico churri.

Belisker dijo...

Sasian, amiga mia, tu vida y cómo la vivas es lo más importante y si para ello debes sumirte en un letargo, tomar las decisiones lentamente o no tomarlas, desaparecer, aparecer y volver a marchar, hazlo.
La desesperación de algunos es lógica, pero ellos sabrán esperar y cuando lleges al final del camino llegarán contigo porque lo habrán recorrido contigo.
Mucho ánimo y aqui estamos para lo que sea menester.
Un beso,

Belisker

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Absolutamente comprensible.

Que salga todo muy bien, lo que ha de ser ha de ser, y lo que tengas que hacer, tienes que hacer.

Un gran abrazo y toda mi fuerza