Nuestra vida abrazada
por nuestros cuatro brazos
àgiles siempre y libres
a un eje nos ató de una aventura
con tanta magnitud
que todo lo absorbia en el apuro
de un vivir azaroso, frente a frente
de la irrupción perpetua de los días.
a la verdad tan sólo bien rendidas
Una selva ofrecida a nuestros pasos
nunca muy forasteros
desde el amanecer
que asentaba tu brazo entredormido
y contigo, central,
el mediodía, terso en tu mirada.
Y las tardes. Y noches, noches, noches
2 comentarios:
vaya, no dejas de sorprenderme. no sabía de tu pasión por la poesía...
y se nota el amor en las palabras que nos has dejado.
el eje alrededor del que gira la vida no siempre es fijo, pero lo importante son los brazos que lo sujetan y lo guían.
tus brazos son fuertes y aguantarán cualquier giro inesperado, los otros dos brazos creo que nunca se soltaron.
un abrazo, como no.
primer bebé poesía...espero que no llore por las noches y te deje dormir...un beso de azpeitia
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